Atletismo para veteranos

La mayor parte de l@s populares se centran exclusivamente en la preparación física, despreciando absolutamente el estado anímico. Por supuesto está muy claro que lo básico para correr bien es entrenar bien, pero no es menos cierto que si competimos con una mente estresada por cansancio excesivo, falta de sueño, problemas familiares o profesionales, etc., nuestro rendimiento físico puede verse mermado incluso de forma notable.

Una de las causas más comunes del cansancio mental, suele ser un entrenamiento excesivo en cantidad o calidad. Se suelen comenzar las preparaciones bien, pero a muchos nos ha pasado que nos emocionamos con una gran progresión, y dejamos de respetar el poco a poco de la mejora lanzándonos a un entrenamiento abusivo, y que por supuesto terminará si o si en el citado cansancio mental, o lo que es peor en una lesión.

La segunda causa típica del cansancio anímico, viene dada por no respetar los días de reposo y o las horas de sueño. Debemos tener los días programados para el descanso como algo sagrado, incluso aunque hayamos perdido algún otro entrenamiento por cualquier causa. Por lo que respecta a las horas de sueño, tienen que ser forzosamente un mínimo de ocho para rendir a nuestro nivel, y si podemos meter una horita más entre sábanas, que nadie dude que se notará significativamente en sus tiempos.

La tercera causa habitual, problemas cotidianos de cualquier tipo, son simplemente inevitables. Por desgracia yo he perdido recientemente a mi padre, y sé muy bien lo que digo cuando afirmo que el ánimo puede lastrarnos muy intensamente. He sentido como mis piernas flaqueaban sin un ápice de chispa, como mis pulsaciones se disparaban al mínimo esfuerzo, y mi respiración se tornaba agitada e irregular, todo esto a pesar de que mi estado físico era perfecto.

Por todas estas razones os aconsejo que intentéis respetar los descansos, no estresaros con entrenamientos abusivos, dormir lo suficiente, y procurar olvidaros (si es posible) de los problemas cotidianos, de lo contrario vuestros tiempos se resentirán sin remedio.

Para correr mejor, también tenéis que luchar por ser felices. Por mi parte os deseo que corráis con muchísima felicidad, un abrazo.



Extraído del Blog     Atletismo para veteranos.