Antes de comenzar con la ruta que haremos el sábado voy a reseñar el evento que se celebrará el domingo día 2 de junio, o sea este próximo, y que ya comenté el miércoles pasado como es la “I Marcha solidaria a favor de la Asociación de Fenilcetonuria y OTM de Andalucía Oriental” y en la cual algunos miembros de nuestro grupo nos comprometimos en colaborar. La marcha en sí comenzará a las 11:00 de la mañana. Hay que ayudar a montar una carpa en la Alameda del Tajo y repartir dorsales de última hora, para esto estaremos sobre las 8:00 aproximadamente, después nos integraremos en la marcha, a ser posible encabezando la misma. Para ello recomiendo de acudir con nuestra camiseta oficial y que casi todos tenemos como es la amarilla y negra. Os pedimos la máxima colaboración y damos las gracias de antemano. Lo recaudado con las inscripciones, son 6 €, irá destinado a la compra de productos aprotéicos para todos los pacientes metabólicos que hacen uso de ellos y forman parte de esta as

Estamos en una era en la que no hay temporada de carreras, todo el año hay competiciones, no se sale de una ya hay otra, prácticamente todas las semanas tenemos alguna por los alrededores. Así que no se puede estar entrenando a un nivel exigente todo el año. Nosotros tenemos costumbre de bajar bastante la intensidad después de los 101 kilómetros y así seguiremos. Para esta semana haremos una ruta de unos 15 kilómetros aproximadamente. Al final de la explicación dejaré un enlace para que podáis verla. Vamos a partir hacia el polideportivo y subiremos por la Codorniz hasta el Patronato Militar, llegamos al pilar de Coca y nos vamos hacia la derecha para ir a la pista de las avionetas, bajamos al río y seguimos el carril de la derecha para irnos hacia el camino de Plaza, es decir el camino que traemos cuando hacemos los 101 kilómetros, sin desviarnos llegamos a Los Tejares y desde ahí hacia el barrio de Padre Jesús. En este lugar se puede decidir por donde subir, o bien por la “

La impresión, pasada ya una semana de los 101 kilómetros, es ciertamente lejana a la vez que inmediata en la memoria. Una ambigüedad paradójica que se repite cada vez que realizo algún hecho, si no trascendental, sí notable y destacado que se sale de la rutina habitual. Esta sensación es la que llevaba en la salida que realizamos esta semana; algo que parecía que había sucedido hace ya mucho tiempo, pero que a la vez lo tenía tan presente como si aún no hubiese terminado. Recuperados ya, o al menos no tan cansados, estuvimos en la mañana de ayer como alineación titular: María Pozo, Eduardo, Lara, Juanma Becerra, Jesús, Ana Jesús, Ana Rosa, Flory, Joan Marc con su hija Aitana, la más pequeña que hasta ahora ha venido nunca con nosotros y yo, un poco más tarde se nos unió Antonio Vargas y todavía más adelante lo hizo Salva. Y con el calor que pasamos hace siete días, en esta ocasión por poco si hay que llevar camiseta térmica; una bajada enorme de la temperatura hizo que la may

Es posible que no haya mucha ansia de calzarse zapatillas por parte de aquellos que hace solo tres días estábamos peregrinando por caminos repletos de pendientes, subiendo y bajando con una canícula más propia de julio que del mes de mayo. Pero seguro que en otros tres días ya la memoria habrá escondido parte de esos recuerdos. Todo lo que hacemos más de dos años seguidos ya es tradición y nosotros después de cada edición de los 101 kilómetros ya llevamos varios años haciendo el mismo trayecto, así que para qué vamos a cambiar en esta ocasión. Para el que no lo sepa, que no creo que haya nadie, iremos nuevamente hasta el tajo del Abanico.  Es una ruta cortita, unos 13 kilómetros ida y vuelta. En lugar de subir el polígono podemos hacerlo por la ciudad y hacemos algo menos de distancia. Quiero que se animen aquellos que siempre han venido caminando. Todos tenemos cabida en el grupo.  Bajarán bastante las temperaturas, pero hará una buena mañana. Después desayunaremos junt

Si vamos a comprar comida después de comer, lo más probable que nos ocurra es que no se nos apetezca nada que comprar. Eso mismo me ocurría en la madrugada del sábado cuando subía la ladera del monte Hacho de Montejaque. Mi primer pensamiento era que tal vez el próximo año me pensaría en hacer los 101 kilómetros. Eso era lo que pensaba mientras subía. Cuando bajaba hacia Benaoján estaba casi seguro de que no lo haría. Pero el pensamiento es muy incierto y ambiguo; comienzan a conjugarse circunstancias positivas, los kilómetros comienzan a disminuir camino de la meta, la euforia de ver el final comienza a invadir la razón y el motivo del porqué estoy aquí. Lo que antes era casi negro comienza a tornar a gris para ir clareando hasta llegar al casi blanco. Y hoy, después de un día de descanso ya no es ni siquiera blanco, es transparente y ya pienso en la próxima edición. Y eso que este año ha sido dura, muy dura. Nosotros, comienzo a dirigirme en plural porque casi nunca la he h

Es interesante y llamativo, además de un tanto curioso, el mirar atrás y ver la evolución de la carrera de los 101 kilómetros. Sin intención de hacer comparaciones, que siempre fueron odiosas, esta prueba, como todas, tuvo un antes y más tarde vino el ahora. Cuando una persona cuenta muchas y variadas anécdotas acerca de algo, o bien lo ha hecho muchas veces porque ya tiene bastantes años o bien ya es bastante mayor...y lo ha hecho muchas veces. A la hora de analizar aquellos primeros años y viendo lo que hay ahora vemos el crecimiento y el progreso de este evento. Sin duda hoy día de un fuerte impacto tanto social como económico para nuestra ciudad. Para algunos, los más jóvenes, resultaría impensable ver una bicicleta de hierro, sin suspensión, con siete piñones, el más grande con no más de 40 dientes, con patilla de apoyo para dejarla de pie y si me apuran algunas hasta con guardabarros. Veinticuatro años, que no ediciones, han pasado desde entonces. Los marchadores llev

Tal y como teníamos previsto hicimos el último recorrido de sábado antes de los 101 kilómetros. Todo según el orden que ya teníamos acordado para esta semana. Estuvimos: Pepi, Juan Galindo, Paco, Pepín y yo. Antes de salir lo único que decidimos fue el sentido de la marcha; al ser circular podíamos hacerlo en cualquier dirección. Optamos por salir subiendo, o sea hacia la barriada de la Dehesa, así que subimos por el polígono. El terreno está perfectamente transitable, aparte de que en la mayoría de los tramos está asfaltado, en otros está hormigonado, exceptuando la bajada por los pinos el resto está prácticamente pavimentado. La mañana apareció fantástica para la práctica deportiva, nublado y sin frío, la temperatura estaba en torno a los doce o trece grados, claro que con el paso de las horas esta fue subiendo un poco. Era un recorrido relativamente corto por aquello de que le hemos perdido el respeto a las distancias, y todo lo que no sean más de treinta kilómetros nos parece

Excelente carrera en compañía la que realizamos esta mañana; como si de un sábado más se tratase nos reunimos un nutrido número de amigos para realizar juntos un recorrido, no muy largo, pero sí muy agradable. Este sábado saldremos a realizar la última carrera antes de los 101 kilómetros. Llevamos tanto tiempo saliendo que podríamos realizar los recorridos con los ojos cerrados. La propuesta de esta semana sería hacer unos 15 kilómetros en un trayecto circular; o sea que daría igual el sentido de la marcha. Partiendo desde el lugar habitual, subimos por el polígono con la intención de bajar por La Dehesa por entre los pinos, llegamos al puerto de la Muela y seguimos hacia la derecha para pasar por detrás del cuartel de la Legión, Copero, cruzamos la carretera y llegamos al hotel La Posada de Ronda (antiguo Don Benito), subimos el barrio de Las Latas y nos dirigimos hacia el camino de los Contrabandistas, salimos a Los Frontones y desde allí nos venimos o por El Cuco o por Las