101 Kilómetros.

Éste año, antes de nada, si me permitís, voy a ser un poco egoísta y voy a comenzar agradeciendo públicamente a mi compañero de fatigas y sufrimientos, colega infatigable donde los haya y que sin él no hubiese terminado ésta edición, aunque los que nos conocéis sabéis seguro a quien me estoy refiriendo,  habrá otros que no, es mi amigo Paco, gracias mil veces, ésta edición te la debo a ti.

Y ahora, un poco de resumen de lo acontecido ayer.

Por supuesto mi más sincera enhorabuena y felicitación para todos y cada uno de los amigos de esta gran familia que componemos A las 7 en el bar, con esta gran participación que hemos tenido éste año. ¡¡Felicidades para todos!!

Con una hora de retraso de cómo reza en nuestra leyenda, o sea las 8:00, nos reunimos ya los primeros para desayunar. Con muy buen ambiente nos fuimos juntando todos camino del campo de fútbol. Solo eran las 9:00 y ya el sol comenzaba a avisarnos de que no iba a darnos tregua en ningún momento, tan solo pequeños estratos muy dispersados que presagiaban que tendríamos poca sombra durante el día.

El ambiente en el campo de fútbol es indescriptible, miles de bicicletas rodeando el mismo sobre la pista de atletismo, dando una vuelta completa, casi diez metros de anchura por casi cuatrocientos metros de largo componían el “cajón” de los ciclistas, los marchadores estábamos situados en el césped, a la espera de que salieran estos y ocupar el espacio que dejaban. Un total de más de 8000 personas, según me indicaron algunas fuentes, estábamos allí congregadas esperando con ansiedad el “chupinazo” que daba salida a la prueba, las gradas atestadas de púbico animando a todos los que allí estábamos. Y a las 10:00 daban la primera salida para los ciclistas y duatletas, más de 15 minutos estuvieron saliendo de la pista; una vez salidos todos comenzamos a incorporarnos nosotros, el sol pegaba ya de lo lindo y todavía nos quedaban más de 40 minutos que estar esperando allí, mi primo tuvo la feliz idea de llevarse una sombrilla de playa con los que algunos….los que cabíamos, tampoco una sombrilla da para tantos, nos cubríamos un poco del calor que hacía ya por entonces, y a las once de la mañana nos poníamos en marcha, se liberaban las tensiones acumuladas durante tanto tiempo, dos…tres segundos para desearnos suerte cada uno de nosotros, besos rápidos, apretones de manos y a iniciar la aventura otro año más.

Las calles de Ronda eran un hervidero, miles de gentes apostadas a ambos lados de las mismas saludando a participantes en general y conocidos en particular, desde la salida del campo de fútbol hasta la C/ Real, donde ya dejábamos la población para adentrarnos en los campos por donde discurría la prueba.

Cada año más gente se involucra y participa de un modo altruista y desinteresado, es de agradecer aquellas personas que te encuentras en los caminos y poblaciones por donde discurre la prueba con puestos que en algunos casos lo son de auténticos avituallamientos, personas con mangueras de agua que se agradecen eternamente, ofreciendo fruta, caramelos, un diez para todos ellos.

Por mi parte solo puedo ofrecer la experiencia de Paco y mía que íbamos juntos y en algunos tramos que lo hicimos con Carlos Vargas y Jesús González, sobre todo el último desde Benaoján que lo recorrimos juntos hasta entrar en meta, también quiero agradecer a ellos el apoyo prestado hacia mí en todos estos kilómetros. El apartado de comentarios por supuesto que queda abierto para todos aquellos que quiera de alguna forma expresar sus vivencias y emociones.

No ha sido mi mejor carrera, pero como dije al principio gracias a Paco fui sacando fuerzas para continuar en ella, se me atravesaron las cuestas de Cortijo Madrid y la subida a Chinchilla, el calor reinante hizo algo de mella sobre mí, una vez llegamos al Bigote de la Zorra comencé a encontrarme un poco mejor y a la caída de la tarde, poco antes de llegar al cuartel y a sabiendas que llegado allí “solo” quedaban 25 kilómetros y aunque son bastante difíciles, la euforia de terminar se apoderó un poco de mi mente olvidándome un poco de los dolores que llevaba en las piernas….bueno….el ibuprofeno también hizo lo suyo. A las tres de la mañana estábamos atravesando la meta….y van quince, aunque una de ellas no pude atravesarla y aquel año hube de quedarme en el cuartel.

Muchas gracias por todo el apoyo prestado antes, durante y después de la carrera por parte del fantástico personal que tenemos pendientes de nosotros durante toda la carrera, ahora aquí, ahora allí, ¿por dónde vais?, voy para allá, ¿qué os llevo?...Cristina, Anita y su amiga, Bastida, Mari Carmen y sus hijos, Javi, Rosi, Publio y a todas aquellas personas que nos conocen y nos ofrecen de lo que llevan, gracias a todos ellos, espero que no me olvide de nadie. También a Juan Carlos y Manuel Jesús, que aunque no vinieron los tuvimos presentes, ya os dedicaré una entrada para el próximo Animal Trail.

Quiero hacer una mención especial, como no podía ser de otra manera, para nuestro amigo Juanma Cortés, ganador de esta edición de los 101 Km., ¡¡¡Enhorabuena y muchas felicidades!!!, y por extensión a su mujer Ana Velasco, felicidades también para ti Ana y enhorabuena por tus 101 Km. Asimismo para todos los componentes del Km. 1.

Es pronto para pensar en la próxima, así que a disfrutar de ésta, a comentar entre todos y a expresar las vivencias.

Podéis ver y descargar las fotos que se fueron haciendo en éste enlace à AQUÍ. Estoy a la espera de que me manden más, así que cuando suba las que vaya recibiendo os iré avisando.

Salud, kilómetros y a gastar zapatillas.