La ciencia explica por qué la gente siente bienestar y
placer al correr
Es porque se activan
mecanismos cerebrales que llevan a la euforia y a la armonía. Y ayudan a que no
se quiera parar..
“Correr un maratón es la sensación más
parecida a estar en un viaje de ácido sin haber tomado”, opinó Flea, el bajista
de la banda californiana Red Hot Chili Peppers. Corrió para juntar fondos para
un conservatorio de música para chicos. Se entrenó durante 6 meses, y corrió al
punto de sentir una sensación fuera de lo común. Flea no se equivoca: la
ciencia ya descubrió que al correr se activan también mecanismos del cerebro
que llevan a un estado de euforia y armonía total.
El nirvana del corredor es parte de un
complejo paquete de explicaciones sobre por qué millones de personas se calzan
las zapatillas y salen a andar por las calles de las ciudades . Esas
explicaciones fueron reunidas en el nuevo libro “Por qué corremos”, de los
periodistas Martín De Ambrosio y Alfredo Ves Losada, que se complementa con
historias conmovedoras de todos los tiempos, como la de Filípides, el soldado
griego que, tras una batalla en la bahía de Maratón en el año 490 antes de
Cristo, debe correr decenas de kilómetros desde Esparta hacia Atenas para
informar que los enemigos persas habían sido derrotados.
Se corre para llevar un mensaje, por una
causa solidaria, por un deseo de autosuperación constante y hasta –como dice el
autor de best-sellers y corredor Hal Higdon- por el placer de
sentir el viento en el pelo . Hoy se paga para correr. Como sea, se corre porque hay un cuerpo humano que lo posibilita . En tiempos prehistóricos, se corría para sobrevivir. Daniel Lieberman, un
investigador en biología evolutiva de la Universidad de Harvard, sostiene que
el ser humano se convirtió en una máquina de perseguir presas para después
comerlas.
A diferencias de sus posibles presas, el
Homo sapiens fue capaz de correr a un ritmo parejo mucho tiempo, mientras que
los animales, como el venado, pueden ser más veloces pero no tienen tanta
resistencia. Probó su hipótesis con Dennis Bramble, de la Universidad de Utah,
con los testimonios de tribus indígenas actuales de Estados Unidos, Australia,
México y varios países africanos. Bramble y Lieberman argumentan que hace 2,5
millones de años los ancestros australopitecinos no parecían como los humanos
de hoy, aunque ya tenían la postura erguida. Por lo cual, arriesgan que si bien
hoy la carrera de resistencia es una forma de ejercicio y recreación, “sus
raíces son tan antiguas como el origen del género humano, y eso exige un factor
importante para la forma del cuerpo humano”.
Otra razón sobre por qué se corre es que
los humanos cuentan con el tendón de Aquiles (que conecta la parte posterior de
las piernas con el talón) y el ligamento nucal, que se encuentra desde la base
del cráneo hasta la séptima vértebra cervical. Posiblemente, los Neandertales
no los tenían tan desarrollados como los Homo sapiens, y esa diferencia habría
sido una de las condiciones que desencadenó a la extinción.
También el hecho de que los dedos de los
pies sean cortos también es una ayuda para correr. Si fueran apenas un 20% más
largos se duplicaría el trabajo mecánico del pie, con más lesiones y más gasto
energético. Y otro mérito (humano) para poder correr: las nalgas. Según
Lieberman, el trasero es “un músculo para correr, apenas se usa al caminar”. La
sudoración también juega un papel importante: permite regular la respiración.
Otros animales, en cambio, usan el jadeo para mantener su calor corporal
estable. No hay sólo razones biológicas, también hay ambientales: el
entrenamiento y las condiciones de vida pueden influir en la velocidad como
ocurre en el caso de los corredores de Kenia (el año pasado los 20 corredores
más veloces del mundo eran keniatas).
Mientras se corre, los niveles de
endorfinas del cerebro (que son sustancias opioides producidos por el propio
cuerpo) inhiben las alertas de dolor ante la fatiga y aumentan la producción de
dopamina.
Esto hace que el ejercicio sea más
placentero y ayuda a que no se quiera parar . También operan otros
receptores cerebrales, llamados canabinoides (similares a los de la marihuana):
cuando sus niveles son escasos, hay menos ganas de andar, tal como se demostró
en un trabajo de la Universidad de Minas Gerais, con ratas. Son parte de los
mecanismos que llevan a la euforia y armonía que sintió el músico de Red Hot
Chili Peppers.
“ Es cierto: el correr
da placer y también contribuye a prevenir enfermedades . Las maratones hoy son más populares y placenteras, aunque eso también
implica que la gente debe estar atenta al entrenamiento adecuado y a los
exámenes médicos porque no están exentas de riesgos”, consideró Jorge
Francella, director del programa de actividad física del Hospital de Clínicas
de la UBA.
Pa que luego venga un gilipollas diciendo que esto es desperdiciar la vida.....¡¡ja!!
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