Se fue mayo...
Poco a poco vamos llegando al
verano y recuperando algo de tranquilidad en el tema sanitario. A ver si pronto
estamos dentro de la normalidad más absoluta.
Con pocos efectivos realizamos en
esta última semana de mayo nuestra habitual salida de sábado. Paco Lora, Pepín
y yo estuvimos dispuestos a las siete y media de la mañana para hacerlo. A la
hora de la salida hicimos un cambio de ruta modificando la que teníamos
prevista en un principio. Nos bajamos por la cuesta del Cuco hasta la intersección
de los caminos de La Hedionda y la Fuente de Don Pedro, nosotros nos dejamos caer
por la derecha, o sea el camino de La Hedionda, dejamos a la derecha un
monolito recuperado hace poco tiempo que encarna a la fuente de Martín Gil. Esta
fuente es privada y tiene una alberca asociada muy mal conservada, este estanque
se encuentra en un camino que hay enfrente y a pesar de su lamentable estado supone
una gran ayuda para el cuerpo poder hidratarse en las tardes de verano cuando por
allí pasamos soportando altas temperaturas. Seguimos adelante y dejamos a nuestra
izquierda la heredad de Los Dolores, rebautizada hace ya mucho tiempo como la
casa de las muñecas. Esta casa está siendo objeto de una importante
remodelación, quedando cerrada toda visión interior por un muro de hormigón
como valla. También pasamos por el hotel Ronda Moments, antiguo hotel Espejo y
después de pasar el paso a nivel sin barreras, que en el camino nos encontramos,
llegamos al mismo Llano de la Cruz. Fuimos en dirección a los puentes bajo la
vía del tren y sin cruzarlos nos desviamos a la derecha para atravesar el
sendero que, después de pasar otro de los pasos a nivel que nos encontramos, llega
al cuartel de La Legión. Pasamos los dos hoteles que nos encontramos, Molino
del Puente y el antiguo Don Benito, ahora Ronda Valley y después de cruzar la
carretera de Sevilla llegamos a la zona conocida como Copero, también ahora
convertida en bodega, concretamente Bodega Fernández Bolet. Se trata de una
bodega de elaboración de vinos de alta calidad, procedente de un pago de viñedo
propio de Ronda. Subimos por el lateral del cuartel para salir a la carretera
de Benaoján y después de recorrer un par de cientos de metros nos fuimos por el
carril por donde llegamos hasta el puerto de La Muela. Iniciamos el ascenso por
los pinos junto a la cornisa del Tajo hasta llegar a otra de las numerosas
bodegas que tenemos en nuestro entorno. Esta vez se trata de los Descalzos
Viejos. Terminamos la “penosa” subida para llegar a la barriada de La Dehesa y
así accedimos a la ciudad. Ya cruzado el puente sobre la carretera entramos en
el polígono industrial y bajamos hasta Suritama, punto de salida y llegada.
Aunque así escrito parezca mucho, en realidad no llegan a los catorce
kilómetros. Pasamos una mañana genial con una buena temperatura y un buen rato
de cháchara durante todo el camino.
Ya entramos en el mes de junio,
época veraniega y de calor. No nos excederemos en las distancias, pero tampoco
dejaremos de salir.
El miércoles proponemos nueva
ruta.
Salud, kilómetros y a gastar zapatillas.
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