Enhorabuena a los valientes del HoLe. Nosotros a Coto Alto.

 



Buenas tardes, noches. Antes de nada, comienzo esta semana felicitando a los compañeros de este grupo que el pasado sábado estuvieron participando en la edición del Homenaje a los 101 kilómetros de este año. A poco están ya de convertirse en otros 101 a tan solo dos meses de la propia edición de la ya tradicional carrera. Casi 70 kilómetros, con cambio de nombre incluido, ha pasado a llamarse Homenaje, I Gran Trail Guadiaro.

Paco Lora y su vástago Curro, Julián y Juanma Bejarano, también junto a su hija son los que estuvieron presentes en esta ocasión. Muchas felicidades para todos ellos y muchas gracias por representarnos.

En otro orden de cosas, también este sábado hicimos nuestra habitual salida semanal. Tres semanas por mi parte llevaba sin salir. Entre viajes y lluvias casi un mes hacía que no salía. Aunque tuvimos poca representación, pero ahí estuvimos fieles a la llamada de cada sábado Paco y yo.

Tal cual teníamos previsto para este sábado hicimos el recorrido que teníamos en proyecto. De mutuo acuerdo decidimos salir desde el taller en lugar de desplazarnos en coche hasta la Pila de Doña Gaspara. A las siete y media en punto salimos desde Suritama y en lugar de subir por el polígono lo hicimos hacia la Avenida de Andalucía para atravesar Ronda por ese sitio. Los operarios del Patronato Deportivo de Ronda ya estaban en las labores de montaje de los dispositivos para la carrera del HoLe cuando pasamos por la calle Virgen de la Paz. Nosotros nos encaminamos hacia el barrio de San Francisco para salir de Ronda por la zona sur, o sea hacia la carretera de Algeciras. Salimos por la colada de Cortes de la Frontera en dirección al tajo del Abanico. Después de las lluvias de las últimas semanas es notable el aspecto que presenta el campo, el agua fluye por doquier y el verde se hace notar con todo su esplendor. Después de atravesar toda la zona de roca “Molasa” y pasar la jaula iniciamos la parte donde comienzan las cuestas hasta llegar al cortijo de Coto Alto. La última vez que estuve el lago artificial estaba en el punto más bajo que haya visto, en esta ocasión estaba mucho más de medio y entrándole un gran caudal de agua. También desde la fuente que se encuentra algo más arriba brotaba una importante cantidad de agua. Terminamos de subir hasta llegar a la gran cancela, que sigue estando cerrada, por lo que tuvimos que subir la trocha para pasar por detrás. A partir de aquí ya se suaviza el terreno dejando atrás todas las cuestas. El camino seguía estando muy húmedo, incluso en alguna ocasión y al estar este terreno más llano nos encontramos con grandes charcos teniendo que bordearlos por los márgenes para no meternos de lleno en ellos. Llegamos hasta la gran bajada que nos deja al borde de la carretera. Una vez cruzamos la misma cogimos el carril que lleva hasta la antigua granja de avestruces. En este punto tuvimos un pequeño incidente. Cuando íbamos por el camino que está delimitado por dos alambradas, tanto a derecha e izquierda, nos paró un señor que estaba dentro de una de estas cercas y nos recriminó que por ahí no se podía pasar. Tanto Paco como yo nos quedamos sorprendidos ante tal prohibición y le mostramos nuestras disculpas ya que no lo sabíamos. También le comentamos que llevábamos muchos años pasando por ahí y que nadie nos había dicho nunca tal prohibición. El hombre insistió en que no, que aquello era suyo, aunque no le importaba que pasásemos. Aquello me sorprendió aun más ya que entonces pensamos que para que nos decía que nada. El caso es que le dijimos que bueno, que ya está, que no volveríamos a pasar y nuevamente le ofrecíamos disculpas al tiempo que nos decía por donde iba realmente el camino, que era por detrás del cerro que queda a la izquierda. Le pregunté que, ya que habíamos llegado hasta allí, si podíamos seguir adelante por ahí...he insistía en que no le importaba que pasásemos, pero que por allí no se podía pasar. Como aquello comenzó a ser un “diálogo de besugos” y llevábamos un buen rato con el mismo tema decidimos poner fin a la conversación despidiéndonos de él que seguía erre que erre y seguimos el camino, el que llevábamos.

Ya pasado aquel camino llegamos hasta la fuente de la Yerbabuena y nos refrescamos un poco y bebimos ya que, a esa hora, eran sobre las diez y media, la temperatura había subido considerablemente y nosotros no habíamos echado ni agua. El camino que conduce hasta el pilar de Cartajima está muy deteriorado, la vegetación ha invadido prácticamente el carril y en algunos tramos se hace muy difícil la marcha. La parte que ya en su día se había desprendido y costaba trabajo atravesar ya está imposible de pasar por ahí, así que han habilitado un paso por la izquierda, abriendo la alambrada hasta pasar todo ese tramo. Llegamos hasta el pilar de Cartajima. Desde ahí hasta el barrio de San Francisco por la partida de Rosalejo. Todo este tramo ya es asfaltado. Subimos Las Imágenes. Aquí ya nos encontramos con los participantes de la carrera que se estaba celebrando en ese momento. Nos desviamos por la calle Ríos Rosas para no ir mezclándonos con ellos y subimos por María Cabrera hasta Suritama donde dimos por concluida la ruta. Hicimos alrededor de 22 kilómetros. Una estupenda mañana.

Hicimos algunas fotos que están en este enlace à AQUÍ.

Y eso fue todo por esta semana.

El próximo miércoles daremos paso a una nueva propuesta para salir el sábado, casi inmersos ya en la Semana Santa.

Si hay alguna propuesta para entonces, será bien recibida.

Nuevamente enhorabuena para los participantes del HoLe. Pasadlo bien y sed felices.

Salud, kilómetros y a gastar zapatillas.

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