Enhorabuena cientouneros.
Hoy quiero comenzar dando la
felicitación y la enhorabuena a los compañeros que estuvieron participando este
pasado fin de semana en los 101 kilómetros de Ronda. Desde un punto de vista muy
personal y bastante subjetivo he de admitir que me han resultado atípicos. Todo
ello precedido por una insólita falta de interés y motivación. Espero que todo
esto sea pasajero y vuelvan más pronto que tarde ese entusiasmo y esas ganas de las que siempre he hecho gala. Me reitero
en las congratulaciones y doy un fuerte aplauso a los colegas que sí tuvieron
valor y arrojo de afrontar la carrera: Carlos, Charly, Juan (y Paco que lo
acompañó los últimos kilómetros) Paco Lora y a su hijo Fran, a Flory, a los
hermanos Vargas (Carlos y Antonio) y también a Joan Marc, que no pasa nada, que unas veces se está bien y otras no tanto. Lo importante es siempre lo que está
dentro. Es lo que empuja y estimula a todo lo demás. Sentirse dentro sin que se
rompa nada.
Y para seguir esa tradición, que no está escrita, pero que llevamos ya muchos años llevando a cabo justo la semana siguiente de
los 101 kilómetros, este año vamos a continuarla y el sábado nos daremos una
vuelta por Ronda hasta llegar al tajo del Abanico. Lo haremos por donde
siempre. En un camino de ida y vuelta. Otro día lo hacemos por Sijuela, que sé
que hay gente que no lo han hecho por allí, pero como es más largo lo hacemos en
otra ocasión.
Volveremos ha hacer el esfuerzo
de levantarnos temprano para tomar un café a las siete en el bar de Los Arcos. Después
nos juntamos en la puerta de Suritama, nos hacemos unas fotos y salimos a las
siete y media. El tiempo ha cambiado radicalmente y hace un tiempo prácticamente
veraniego por lo que es recomendable llevar al menos algo de agua.
Nos veremos el sábado, allí
estaremos.
Salud, kilómetros y a gastar
zapatillas.
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