...ni tanta lluvia.
Me atrevería a decir que en nuestra Ronda casi siempre ocurre prácticamente lo mismo, pronostican con un par de semanas de antelación fuertes lluvias, con la falta que hace, y cuando llega el esperado día caen cuatro gotillas, porque apenas se les puede calificar de gotas y poco más. No iba a ser una excepción en esta oportunidad y llegado el señalado día para tan ansiado acontecimiento hidrológico, salgo esta mañana a la calle esperando torrentes de agua corriendo calle abajo y me encuentro que las calles están apenas humedecidas, poco menos que si hubiese caído una rociada. Así que como cada sábado me fui para tomar un café a la espera de que apareciese alguien. Lo hicieron Pepín y Paco. Después, juntos los tres, nos fuimos hacia Suritama aguardando a que llegase alguien más. La lluvia seguía brillando por su ausencia y la noche aún envolvía el firmamento. Llegaron Belén, Juanma Becerra y Luis (el cuñado de Pepín) cuando ya era la hora convenida para salir. Hicimos la foto de rig