Más vale tarde.
Un poco más tarde en esta ocasión.
Motivos de tiempo me han impedido hacer una pequeña crónica de donde estuvimos
esta semana. Esta jornada hemos tenido bastante más animación. Catorce amigos
estuvimos preparados para la salida: a saber:
Pepi con su hijo Javi, Paco Lora, Paco (Piru), Fran Balbuena, Katy, Julián, Belén, Juanma Becerra, María Pozo, Moya y yo. Esto hace solo doce y bajando por el polígono nos encontramos con los dos que faltan que son Carlos Vargas y Eloy. Como es habitual entre nosotros, ya desde el principio, se formaron un par de grupitos y unos fuimos trotando un poco más aprisa y otros caminando a muy buen ritmo. El recorrido de esta semana estaba exento de cuestas y además muy sencillo, pero nuestra intención es pasarlo bien disfrutando un rato entre amigos y hacer deporte salud.
Pasamos por el polideportivo de la carretera del Burgo hasta cruzar el paso de peatones a la altura del antiguo hospital. Seguimos por el camino que pasa junto a la antigua venta de La Codorniz y el paso a nivel frente al Patronato Militar. Llegamos al monumento más “desconocido” y desprotegido de nuestra ciudad, el Acueducto de La Hidalga. Una obra hidráulica del siglo XVIII que se construyó para abastecer de agua a varias fuentes públicas en el municipio rondeño; actualmente, estos restos carecen de protección alguna, están en un estado lamentable, y siguen sufriendo un deterioro constante por el paso del tiempo. Además de que fue cercenado en uno de sus tramos para dar paso a la carretera y a la vía del tren. Seguimos hacia adelante sin abandonar el camino paralelo a dicha vía del tren y algunos metros más allá la carretera del Burgo. Pasamos el paso a nivel sin barreras donde hace algunos años cruzábamos para salir al camino que nos llevaba al pilar de Coca, hoy también cerrado con una gran puerta metálica. Fuimos dejando a la izquierda una gran plantación de olivos nuevos hasta llegar a un camino habilitado situado a un kilómetro aproximadamente antes de llegar al paso a nivel de los Aguilares. Este camino viene a salir a la Cañada Real de Granada, a unos quinientos metros de la trasera de la gasolinera. Tuvimos que cruzar la carretera de Ardales para llegar a la parte de la Laguna de Espejo; solo aquí hay una pequeñísima subida hasta llegar al antiguo almacén de Polanco y aún más antigua fábrica de la Quesería Rondeña. Volvimos a cruzar la carretera para llegar a la Partida de Santa María, que los más antiguos siempre hemos conocido como la “Cañá Real” ...así a secas. Y ya estábamos nuevamente pasando el puente frente al antiguo hospital para regresar por el mismo sitio hasta el lugar desde donde habíamos salido un buen rato antes.
Un día más hicimos un perfecto recorrido muy agradable y pasándolo bien.
Recorrimos unos trece kilómetros y la climatología nos acompañó en todo momento;
la lluvia que tenía que caer lo hizo el día antes y asentó perfectamente el camino.
Para terminar, el desayuno como
siempre para todo aquél que quiso.
Y como siempre también, hubo fotos
para recordar el día à FOTOS
Bueno...un poco tarde, pero aquí
está.
El miércoles nueva ruta para el sábado.
Salud, kilómetros y a gastar
zapatillas.
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