Increíble mañana. 26 de septiembre

 


Casi sin tiempo se nos juntan las semanas, apenas hemos terminado una ruta cuando estamos pensando en otra. Nuevamente con un poco de retraso paso a comentar un pequeño resumen de la jornada de esta semana.

Ya casi de noche y con una temperatura bastante fresca iniciamos el sábado la etapa semanal. En Suritama solo estuvimos Paco, Moya, Eduardo y yo; el resto de compañeros, Guiles, Fran Balbuena, Katy y su hijo Javier, Juanma Becerra y Belén nos esperaban en la pila de Doña Gaspara, concretamente en la puerta del bar La Cuadra, lugar desde donde partimos.



Iniciamos la ruta en la bifurcación que divide los caminos del sendero que va a la Virgen de la Cabeza y el que se dirige hacia el Tajo del Abanico, este es la Colada del Camino de Cortes de la Frontera; este segundo era la opción teníamos nosotros en la ruta. Este a su vez y pasado un kilómetro aproximadamente vuelve a dividirse dejando nosotros el camino de Cortes de la Frontera a la derecha y siguiendo hacia el Tajo del Abanico por el camino de Sijuela. Sin desmerecer el camino que llevamos recorrido, que es poco, aquí comienza lo verdaderamente atractivo del paisaje. Vamos en ligero descenso y ya comenzamos a ver a nuestra izquierda los cortados que caracterizan toda esta zona. Hemos de pasar por una angarilla que hay que tener la precaución de volver a cerrar y accedemos a un sendero que nos lleva directamente a un camino empedrado. Llegamos hasta el otero desde donde divisamos la curiosa piedra que da nombre a este lugar que tiene forma de abanico desplegado. Proseguimos nuestro camino y cruzamos el ahora seco arroyo de Sijuela. Pasado el arroyo hemos de cruzar una “jaula” colocada para evitar el paso de los animales. A partir de aquí el recorrido comienza a endurecerse y aparecen las cuestas más importantes del recorrido. Vamos en dirección a Coto Alto. Después de subir unas buenas pendientes llegamos hasta el lago artificial ubicado en una pequeña planicie que nos sirve un poco de descanso antes de continuar con la cuesta que nos llevará hasta el carril de Ronda, después de sortear un pequeño terraplén que nos pone al otro lado de una enorme puerta de hierro que se encuentra en mitad del camino y que, en mi opinión, sería más razonable que permaneciera abierta. Aquí ya dejamos las cuestas y hacemos aproximadamente un recorrido plano hasta llegar una prolongada pendiente esta vez cuesta abajo y así llegar a la carretera de Algeciras. La cruzamos y casi enfrente desde donde salimos hay un camino que para por la antigua granja de avestruces que en un tiempo hubo a la derecha. Dejamos a la izquierda el cerro del Cincho y nos dirigimos hacia el Huerto Márquez y la fuente de la Yerbabuena. Este es también un camino muy bonito a la vez que bastante angosto y estrecho. Tuvimos que pasar por una zona donde hace algún tiempo hubo un desprendimiento de la pequeña ladera y está un poco dificultoso el paso y así llegamos hasta el pilar de Cartajima, nombre del lugar o sierra de donde se supone procede el agua subterránea, nacimiento del Llano de la Hierbabuena-Puentezuela. Este pilar, aunque tiene nombre de otro pueblo limítrofe con el de Ronda, se encuentra dentro del término municipal de Ronda y recibe dicho nombre porque se encuentra en el camino público que une ambos municipios, "Camino de Cartajima", de ahí su nombre. Seguimos el camino por la partida de Rosalejo hasta llegar el barrio de San Francisco y el lugar desde donde habíamos partido unas horas antes. Retomamos los coches y nos fuimos hasta el restaurante Berlanga para desayunar y echar un rato de charla. En definitiva, una excelente mañana con un ambiente increíble y rodeado de muy buenos amigos. En esta jornada hubo un buen reportaje fotográfico que está reflejado en este enlace à FOTOS

El sábado que viene iremos a otro sitio. Ya lo decidimos el miércoles que lo subiré a esta página.

Buena semana para todos.

Salud, kilómetros y a gastar zapatillas.

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