18 de enero...excelenete jornada



Iniciamos un nuevo día. Mañana relativamente buena. Amaneció nublado, pero sin lluvia. La temperatura no era excesivamente baja, al no caer helada la sensación de frío no era desmesurada. Después de tomar un café acudimos a la puerta de Suritama, desde donde iniciamos habitualmente los recorridos.

Fran Balbuena, Belén, Montse, Laura, Pepín, Juanma Becerra, Ana Jesús, hoy tuvimos un nuevo acompañante: Miguel Lara, Charly, que se incorporó más tarde en el camino, Antonio Vargas que lo hizo en el barrio de San Francisco y yo. Esta ha sido la alineación en el día de hoy.

Un poco pasadas las siete treinta de la mañana nos pusimos en marcha. Lo hicimos cruzando Ronda por la parte más corta, es decir, nos dirigimos por la avenida de Andalucía hasta llegar al centro, después de pasar el Puente Nuevo ya enfilamos el camino hacia el barrio de San Francisco y a su vez la Pila de Doña Gaspara. En la bifurcación que se encuentra ya a la salida de Ronda y que abre dos caminos, uno hacia la ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza y otro, que es el que nosotros tomamos va hacia el Tajo del Abanico y el camino de la Colada de Cortes de la Frontera abriéndose otra bifurcación más adelante que separa estos dos caminos. Nosotros nos vamos por el de la derecha e iniciamos un descenso algo pronunciado hasta llegar al arroyo de Sijuela, en este punto, una vez cruzado dicho arroyo, comienza una pronunciada subida que nos lleva hasta el punto en que a la derecha se va hacia El Duende. Nosotros seguimos sin desviarnos y dejando a la izquierda el cortijo Toribio subimos nuevamente hasta coronar La Canchuela y meternos de lleno en el “País del barro”. Ahora se inicia un poco más adelante ya que la primera subida, aquella que cuando llovía se ponía impracticable, está muy arreglada y se sube sin más dificultad que la propia cuesta. A pesar del tiempo que lleva sin llover nos encontramos con zonas que, sin llegar a estar impracticables, sí que había barro, lo que hace honor al calificativo otorgado a esta zona. Hicimos la bajada que nos lleva hasta la carretera de Benaoján y una vez allí, recorrimos los escasos cien metros que separan el caminito que baja hasta la senda paralela al Guadiaro; a la izquierda nos encontramos un camino que es el que tomamos. Los que hacemos los 101 kilómetros sabemos exactamente donde está ya que es por donde discurre esta prueba. Llegamos hasta una fuente donde hicimos una pequeña parada para hidratarnos y comer algo, a la vez que nos reagrupamos. En este punto comenzó a caer una ligera lluvia que nos acompañó durante unos minutos, cesando poco después, así que no ofreció mayor contratiempo. Continuamos el camino y después de un pequeño bucle por estos parajes volvimos a salir nuevamente al Camino de la Colada de Cortes de la Frontera, si antes habíamos bajado, ahora nos toca subir todo el camino y todo lo subido anteriormente indiscutiblemente ahora tocaba bajarlo. Y con un ánimo excelente volvimos a acceder al barrio de San Francisco y ya todos juntos atravesamos Ronda para regresar al punto de partida: Suritama, donde dimos por concluida la mañana deportivamente hablando. Como siempre los que quisieron se quedaron a desayunar. 

Recorrimos aproximadamente 23,5 kilómetros y como siempre también hicimos algunas fotos que están à AQUÍ.

La semana que viene tenemos que el viernes es fiesta y el sábado la inscripción para los 101 kilómetros. Posiblemente para el viernes hagamos alguna salida de corto kilometraje con el fin de volver temprano y los que tengan intención de salir fuera de Ronda puedan hacerlo pronto. Haré el aviso con antelación, como siempre, el miércoles haré el adelanto de lo que vayamos a hacer.
Hasta entonces...salud, kilómetros y a gastar zapatillas.

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