22 de octubre
Buenísima mañana la que tuvimos ayer
sábado. Estuvimos Juanma, Belén, Pepín y yo. Una mañana excelente para salir en
manga corta, solo un poco de fresco a la salida, teniendo en cuenta que a esa
hora aún era casi de noche, la temperatura estaba por encima de los 16 o 17
grados.
Nos fuimos en coche hasta la
estación de Benaoján y partimos desde allí. Comenzamos a ver el amanecer en
plena cuesta del Molino del Santo. Una genial combinación de colores celestes y
anaranjados fueron inaugurando el día mientras subíamos hacia Benaoján rodeados
de la escarpada montaña que rodea el pueblo. Como quiera que salimos
prácticamente subiendo tuvimos que ir acostumbrando las piernas y el cuerpo a
esa situación. Una vez alcanzamos el municipio benaojano tuvimos que ir un
kilómetro y algo por la carretera hasta la llamada cuesta de La Raspa, un
repecho con un importante desnivel, no es muy larga pero sí bastante
pronunciada. Ya atravesado también este pueblo y salidos a la carretera y a la
izquierda nos encontramos el camino que nos lleva a dar la vuelta a este promontorio
llamado Cerro Hacho, la denominación “hacho” hace referencia a un lugar elevado
donde suelen hacerse señales de fuego. Aún seguimos subiendo, cosa que llevamos
haciendo prácticamente seis kilómetros. Una vez llegados a la parte más alta
que nos lleva el camino vislumbramos al fondo otro camino que es el que conduce
a los Llanos de Libar y ya a partir de aquí todo lo que toca es bajada. Volvimos
a Montejaque. Parece que la toponimia de este nombre proviene del árabe Monte-Xaquez
que significa montaña perdida. A partir de este punto la vuelta es por el mismo
sitio, o sea que bajamos hasta la carretera accediendo nuevamente por la cuesta
de La Raspa, recuerdo este sitio haberlo bajado en una de las ediciones de los
101 kilómetros de hace ya un montón de años que era una escalinata y con el
tiempo lo convirtieron en una cuesta. Si lo hicieron por motivos de accesibilidad
dudo que consiguieran ese propósito porque subirla empujando una silla de
ruedas o cualquier otro carrito debe de ser igual de “divertido” que bajarla.
Llegamos nuevamente a Benaoján y por la cuesta del Molino del Santo, ahora ya
con el sol bastante elevado llegamos a la estación. Destacar que la zona donde
el agua cae en una cascada espectacular en invierno con un caudal procedente del
interior de la cueva del Gato está completamente seco debido a la escasez de lluvias
que padecemos este otoño. Allí desayunamos “Ankanita” unos molletes muy buenos
y dimos por terminada la caminata.
Hicimos algunas fotos que están
por aquí à FOTOS
También Jorge, esto solo lo sé
por una foto que mandó, estuvo en la carrera La Desértica, carrera Ultra Trail
celebrada en Almería y está promovida por el Tercio Juan de Austria de La
Legión. No puedo dar conocimiento de este evento ya que no tengo noticias en
absoluto de ella. He estado buscando noticias acerca de la misma y no he podido
encontrar nada más que lo relacionado al respecto antes del evento. Lo más
destacado es que eran casi 73 kilómetros. Estamos a expensas de que el propio
Jorge nos informe de algo.
Probablemente esté un par de
semanas sin poder salir, por motivos viajeros. Si es así volveré el próximo 12
de noviembre. En caso contrario será el día 5. Pero seguiremos en contacto.
Salud y kilómetros para todos y a
gastar zapatillas.
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