22 de octubre
Buenísima mañana la que tuvimos ayer sábado. Estuvimos Juanma, Belén, Pepín y yo. Una mañana excelente para salir en manga corta, solo un poco de fresco a la salida, teniendo en cuenta que a esa hora aún era casi de noche, la temperatura estaba por encima de los 16 o 17 grados. Nos fuimos en coche hasta la estación de Benaoján y partimos desde allí. Comenzamos a ver el amanecer en plena cuesta del Molino del Santo. Una genial combinación de colores celestes y anaranjados fueron inaugurando el día mientras subíamos hacia Benaoján rodeados de la escarpada montaña que rodea el pueblo. Como quiera que salimos prácticamente subiendo tuvimos que ir acostumbrando las piernas y el cuerpo a esa situación. Una vez alcanzamos el municipio benaojano tuvimos que ir un kilómetro y algo por la carretera hasta la llamada cuesta de La Raspa, un repecho con un importante desnivel, no es muy larga pero sí bastante pronunciada. Ya atravesado también este pueblo y salidos a la carretera y a la izquierd