1 de agosto
Casi que no salimos porque no queríamos mojarnos y el cielo estaba amenazando aguanieve; después nos dimos cuenta de que la neblina que había en el cielo era…¡¡del calor que se avecinaba!!...bueno, bromas aparte, es cierto que ayer hizo un día de mucho calor y ya desde bien temprano se hacía notar el mismo.
Por eso salimos temprano, por eso y también por costumbre, que ya pronto serán veinticinco años quedando a esa misma hora.
Sin temerle a lo que se nos venía encima estuvimos Paco Rojas, Paco (Piru) y
yo. Tal como teníamos previsto salimos en dirección hacia la pista de La
Hedionda, es decir bajando por la cuesta del Cuco hasta llegar a la bifurcación
donde se divide el camino, uno va hacia la fuente de Don Pedro y el otro, que
es el que tomamos, el que va hacia esta finca que le da nombre a este camino. La
primera parte es una continua bajada que acaba en el Llano de la Cruz, pero
nosotros nos desviamos antes de llegar al paso a nivel; tomamos el camino que
hay a la derecha. Este camino ya tiene más desniveles, hay continuas subidas y
bajadas hasta llegar a La Sarna y al Cerrado de Miramón. Cruzamos la vía del
tren en la misma curva para acceder a Arriate por calle García Lorca. Nos
fuimos hacia la fuente de San Valentín para refrescarnos un poco...o un mucho
porque para la hora que era el calor ya comenzaba a dejarse notar. Continuamos
la marcha y nos fuimos camino de la garganta de la Ventilla. Accedimos justo
por el lado donde se encuentra el lugar de eventos “El Huertecillo”. Pasamos de
estar directamente en el pueblo a internarnos en una zona boscosa de gran
belleza donde el cielo queda tapado por la intensa arboleda. Después de
atravesar esta zona subimos una fuerte pendiente para acceder hasta un trozo de
carretera que tuvimos que recorrer antes de meternos de lleno en el sendero propiamente
dicho del arroyo. Por esta parte que fuimos, este es el único acceso que hay. La
garganta del Arroyo de la Ventilla es una joya geológica donde florece uno de
los bosques en galería mejor conservados de la Serranía de Ronda. El camino
está muy estrecho, ya de por sí lo es, pero ahora está casi cubierto de vegetación,
sobre todo helechos, y dificultan bastante el avance. También hay muchas ramas
espinosas por lo que terminamos con algunos arañazos en brazos y piernas. La
vegetación existente en esta zona es la típica de un bosque de ribera o bosque
galería, cuyos elementos arbóreos son especies asociadas del bosque atlántico,
aunque se encuentren dentro de un ambiente mediterráneo. Entre la vegetación
más representativa de la zona es la formada por olmos, chopos, sauces y fresnos
en la zona más baja y encinas y quejigos en la zona más alta del arroyo. Cabe
decir que por esta zona del recorrido la temperatura es de bastantes grados
menos, así que el calor no se hizo notar para nada, por el contrario, al ir ya
transpirando bastante sudor, la sensación fue casi de frío. Después de recorrer
los aproximadamente tres kilómetros de sendero llegamos al puente de La Ventila.
Pasamos por la portada del cortijo de Los Aguilares y después de subir la
cuesta llegamos al paso a nivel que allí existe. Desde ahí hasta Ronda lo
hicimos siguiendo el camino paralelo a la vía del tren, son siete kilómetros
los que quedan para llegar a la ciudad. A esta hora el calor era ya bastante
considerable. Paliamos el esfuerzo de la mañana con unas cervezas
reconstituyentes. Mereció la pena el recorrido...por su belleza y por las
cervezas.
Las fotos que hicimos están en el
enlace este à FOTOS
Deseando que se cumpla el refrán
veraniego (en agosto frío en rostro) el sábado que viene salimos otra vez, el miércoles
ya vemos donde.
Ánimo para los lesionados. Los
que están de vacaciones a disfrutarlas como mejor se pueda y al resto paciencia,
el tiempo deja huella pero pasa.
Salud, kilómetros y a gastar
zapatillas.
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