Se fue octubre
N os sorprendió el frío esta mañana, no tanto en la ciudad como en la zona de Hoyo Tabares, donde el termómetro marcaba solo 2,5 grados cuando llegamos. Como siempre y a las siete estábamos tomando un café en el bar de La Morada. Aun de noche, muy de noche, incluso cuando salimos no había asomo de que el sol tuviese ganas de aparecer. En la salida estuvimos: Pepín, Paco Lora, Belén, Juanma Becerra, Pepa y yo, también llegó Moya cuando ya casi nos íbamos y Ana Jesús que llegó hasta Hoyo Tabares en su propio vehículo. Como digo, con un frío invernal, nos pusimos en marcha ya con el horizonte tornado de azul y sin una nube en el cielo. Optamos por comenzar subiendo la cuesta hacia el cortijo Grande, más con intención de entrar pronto en calor que otra cosa. No recuerdo si lo he comentado en alguna otra ocasión, pero este camino está muy arreglado, muy llano, horizontalmente se entiende, la verticalidad es la misma. Nada más cruzar el paso a nivel comienza directamente la cuesta por