Se acabó enero
Nos dijeron que haría frío y vaya si hizo frío el sábado. Después de la helada que estuvo cayendo durante toda la noche, la imagen que ofrecía la mañana era de una fina capa de hielo depositada en cualquier superficie y la temperatura no superaba los cero grados. Aunque a mí personalmente no me guste el invierno, reconozco que tal vez sea más fácil quitarse el frío que el calor. A pesar de la gélida mañana que hacía, nos presentamos Belén, Juanma, Pepín y yo. Dimos unos minutos de cortesía por si a alguien se le habían pegado las sábanas y en vista de que no apareció nadie más nos pusimos en marcha a ver si conseguíamos entrar un poco en calor. Efectuamos la ruta más larga que teníamos prevista para esta ocasión. Nos dirigimos hacia la Partida de Santa María pasando por el Olivar de las Monjas y el polideportivo...o lo que queda de él. Ya una vez salidos de lo que es la ciudad propiamente dicha, incluso pasada la Cañada Real y salimos a campo abierto la temperatura era aún más baja