Buena subida a Lifa
Esta mañana, cuando íbamos camino
de Lifa, escuché la frase “Que nos quiten lo baliao” y se me ocurrió que,
aunque ya manida de tanto oírla no deja de ser de lo más acertada. Son ya alrededor
de veinte años los que llevamos “bailando” y gastando zapatillas y a buen
seguro que serán muchos más, los más mayores iremos descendiendo el nivel y los
más jóvenes vienen empujando fuerte para mantenerlo…pero que nos quiten lo bailao.
Con mucho frío esta mañana, el
termómetro marcaba un solo grado, estuvimos tomando un café: Pepín, Juanma
Becerra y yo, y para la salida estuvieron Ana Jesús y Juan Galindo. Después de
unos minutos de cortesía en los que no apareció nadie más, nos fuimos camino de
la urbanización del Olivar de las Monjas, al cruzar la carretera nos esperaban
el resto de la tropa: Jesús, Carlos Barrones, Luis Sierra, Joan Marc, Lara, Paco López y
dos amigos más, aunque no me quedé con los nombres. Salimos en dirección a la
cuesta de La Pastora y los Llanos de Aguaya para comenzar desde el cruce de la
antigua venta de Ramirón la ascensión al puerto de Lifa. Tras pasar la primera verja,
a la derecha, encontramos el nacimiento de la Hidalga que abastece a los
cortijos de los alrededores y que en tiempos pasados fue uno de los aportes de
agua a Ronda. La subida se endurece en su discurrir zigzagueante entre la
vegetación de matagallos y esparrageras de los márgenes del camino, siempre por
nuestra derecha vemos la cañada de la Hidalga, por donde un torrente solo lleva
aguas cuando las precipitaciones son importantes. Las encinas son escasas y las
vistas son magníficas sobre la ladera norte de Sierra Hidalga, donde aún
sobreviven algunos pinsapos, (abeto endémico de la Serranía de Ronda). La
cercanía a Ronda y la presencia del camino de Lifa (en el que estamos) debió
ser la causa de la desaparición de lo que una vez fue el pinsapar más cercano a
Ronda; además, la dureza del trabajo de campo y la escasa rentabilidad
económica han traído como consecuencia el abandono de muchos de los cortijos
que se esparcen por Sierra Hidalga.
Llegamos en varios grupos, acorde
con las aptitudes de cada uno; como el camino es de ida y vuelta nos fuimos
cruzando en la bajada. Nos hicimos unas fotos, como siempre, para dejar
constancia de la buena mañana que pasamos, podéis verlas AQUÍ
La mañana estaba completamente
despejada y aunque arriba en el puerto seguía haciendo frío, para cuando
iniciamos la bajada fue subiendo un poco la temperatura quedando un día más que
aceptable. Hicimos la parada “oficial” en la puerta del juzgado, aunque algunos
no nos despedimos hasta haber consumido un buen desayuno.
El próximo día 31 de diciembre
tenemos la San Corbata, la de 2018 será la vigésimo primera edición de esta
original carrera que se disputa nuestra ciudad y que sirve para celebrar el fin
de año. Lo peculiar está en que los participantes concursan con corbatas
fabricadas por ellos mismos, para optar así al premio que se otorga a la más
original. También habrá premios a la familia de participantes más numerosa y al
grupo de amigos/club/asociación que más participantes aporte.
Es un evento, obviamente, con un
marcado carácter festivo y navideño, no competitivo, y muy divertido.
Más adelante tenemos carreras más
“serias”, en próxima entrada daré más información.
El sábado próximo también salimos...mientras
tanto: salud, kilómetros y a gastar zapatillas.
...ahh…mucho ánimos para los lesionados.
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