1 de febrero
Un poco harto de frío y como única solución llevar más ropa
de abrigo, pero claro, estamos en invierno y es lo que toca. Así fue la jornada
de este pasado sábado. Con una “pelúa” de las que hacen época amaneció el
sábado. No sé cuantos grados haría, pero seguro que rondando los 0.
Aparecimos Paco, Salva, Pepín, Pepi, Juanma, Belén, yo y en
este día se unió un miembro que hasta hoy no había venido antes, Francisco
Javier, hijo de Paco.
Todavía las mañanas son oscuras a la hora que salimos, pero
sí se va notando como amanece un poco antes.
Paco, Salva y Francisco Javier hicieron un recorrido distinto
al resto. Fueron hasta Jimera, un trayecto de 40 kilómetros ida y vuelta. Nosotros
hicimos algo más corto, 15,5 kilómetros, que tampoco están mal.
Después de la foto de rigor antes de la salida nos pusimos en
marcha. Subimos el polígono hasta la barriada de La Dehesa. Bajamos por el
camino de los Descalzos Viejos y la cornisa del Tajo hasta llegar al puerto de
La Muela. Dejamos a la izquierda el camino que baja por las vaquerizas y nos
adentramos en el siguiente que llega a la carretera de Benaoján, hay que bajar
unos metros por la misma hasta llegar al cuartel de La Legión. Hoy me he
enterado que esta zona la denominan “Sancho Jaén”. Llegamos a la parte más baja
del recorrido, al río Guadalcobacín. Luego lo volveríamos a cruzar ya en el
Llano de la Cruz. Pasamos por la carretera hacia el hotel Ronda Valley, nuestra
generación siempre la conoció como venta Don Benito. Por lo que era la antigua
carretera de Sevilla y a muy pocos metros se encuentra el hotel Molino del
Puente. Tuvimos la opción de ir paralelos a la vía hacia Badillo, pero no era
la ruta que teníamos prevista, así que subimos por el barrio de Las Latas hasta
llegar a la fuente de La Higuera. Fuimos por el camino de Los Contrabandistas,
pasamos Los Frutales, bodega de Joaquín Fernández y el hotel Fuente de la
Higuera hasta salir a Los Frontones. Aquí bajamos hacia el rio Guadalcobacín
nuevamente. Decidimos ir hacia el camino de La Hedionda, a pesar de ser un poco
más largo el camino lo compensamos con que es menos pronunciada la subida. Y
así, paso a paso fuimos recorriendo el camino dejando al lado huertas y casas.
También el hotel El Espejo, bueno ahora no sé como se llama, creo que es Posada
de las Palmeras, cambien continuamente de nombres y se nos va quedando el
primero que conocíamos. También pasamos por la bodega de La Condesa. Huerto
de la Condesa es una bodega familiar en Ronda. Nos encontramos muy bien
ubicados, a unos 20 minutos andando del pleno centro de Ronda, por lo que las
visitas a nuestros establecimientos se hacen lo más fácil y cómodo posible. Esto
es un extracto de su publicidad. Lo difícil será la vuelta si además se ha
ingerido alguna copa de vino. Dejamos a la izquierda la fuente de Martín Gil,
supuestamente esta fuente es privada y tiene el cauce desviado hacia una
alberca situada a la derecha del camino si vamos hacia arriba, alberca en un
estado lamentable de conservación. Pero en verano viene genial para beber
cuando se pasa por allí. Por muy alta que sea la temperatura, el agua siempre
está bastante fría. Seguimos el camino hasta llegar a la finca del Cuco. Este
lugar también ha sigo un sitio emblemático de Ronda, ahora también por la apariencia
que ofrece, al menos desde su exterior que es lo que vemos, no goza de sus mejores
momentos. Subimos la cuesta, también la hemos conocido siempre por eso, por la
cuesta del Cuco, y llegamos al polígono industrial. Aquí terminamos la caminata
de hoy. Con algo menos de frío, pero con frío todavía. Desayuno en el restaurante
Berlanga y emplazamiento para la próxima semana.
Como siempre, Juanma se encargó de las fotos, podéis verlas
por el enlace este à
FOTOS.
También como siempre, el próximo sábado volveremos a
reunirnos para hacer una caminata.
Hasta entonces. Salud, kilómetros y a gastar zapatillas.
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